Claves para una comunicación más efectiva en proyectos audiovisuales de sensibilización (II).
Imagen de campaña de la FAD, dirigida por Alex de la Iglesia. En mi opinión, cumple requisitos para generar impacto pero no como estrategia preventiva de influencia. La audiencia interpretó que era una película de terror y no se sintió identificada con el mensaje.
Continúo compartiendo contigo algunas claves para tu proyecto audiovisual de sensibilización.
Continúo compartiendo contigo algunas claves para tu proyecto audiovisual de sensibilización.
Información
creíble y significativa para sus destinatarios:
La información es
eficaz sólo si es verosímil y
relevante para la persona que la recibe. Debes evitar mensajes
que puedan ser percibidos como tergiversados, manipuladores, parciales,
interesados o incongruentes. De lo contrario echarán abajo su credibilidad y
provocarán rechazo.
Para ello:
-
Utiliza siempre
información contrastada: como te pillen
en un dato erróneo tu mensaje se autodestruirá.
-
Evita magnificar
situaciones: ojo con imitar esos
grandes titulares con los que nos bombardean algunos medios.
-
Huye de connotaciones
indeseables: cuida tu lenguaje para evitar reforzar estereotipos.
-
Aléjate de los mensajes
unívocos: si sólo muestras una parte
pueden percibir tu mensaje como parcial, interesado y manipulador por ocultar
información o puntos de vista diferentes.
-
Pregúntate si esa
información es compatible con la experiencia de tus espectadores: cuando nos
cuentan algo que no concuerda con lo que hemos vivido nos costará más creerlo.
Un vídeo no es un libro:
La
información que nos llega a través de un vídeo (imágenes y sonidos) la
recibimos de forma muy diferente a si la leemos en un libro: viene y se va a toda velocidad. De modo
que el lenguaje verbal debe simplificarse al máximo si no queremos que se
pierda por el camino.
Tu
mensaje sólo puede llegar al receptor si éste entiende cada uno de los términos
que se utilizan. Debes por tanto evitar el uso de jerga técnica o un lenguaje
demasiado complejo.
En
la intervención social y educativa nos acostumbramos a escribir proyectos al peso (cuanto más escriba mejor), a
asistir a foros con debates interminables o a buscar definiciones kilométricas
de todo aquello en lo que trabajamos.
Esto
es algo que observé después de estar un tiempo más alejado de la intervención
social y más metido en el ámbito audiovisual. Al volver me di cuenta de que en nuestro sector usamos un lenguaje
aburrido, excesivamente técnico y, sobre todo, laaargo.
Por
eso grabé este vídeo:
Vídeoconsejo #16 Usa
un lenguaje sencillo. Juan Maravall, 2013. Duración: 33 segundos.
Así
que tienes la difícil tarea de simplificar tu lenguaje. No me refiero a que te
vayas al extremo opuesto de banalizar tu mensaje o que le restes importancia. Las
palabras siguen siendo muy importantes y no puedes echar por tierra todo el
esfuerzo que has dedicado al cuidado de las terminologías. En ningún momento se
me ocurriría proponerte que, por ejemplo, dejes de decir personas con diversidad funcional aunque sean cuatro palabras y minusválidos (término mucho menos
adecuado) una.
Hacer el lenguaje
sencillo significa: utilizar frases cortas, palabras que todo el mundo entienda
e ir al grano.
Buscar
la participación activa del receptor:
Los procesos de transmisión de conocimientos y de
sensibilización aumentan considerablemente su eficacia cuando cuentan con la
participación activa de los destinatarios, en lugar de limitarse estos a ser
meros receptores pasivos.
(Ana Palmerín y cols. Manual práctico sobre el uso de la informaciónen programas de prevención del abuso de alcohol en jóvenes. PNsD, 2003).
Dada la
importancia de adaptar los contenidos
a las características de la población a los que van dirigidos, es vital
adoptar un estilo participativo desde
el inicio. Pero insisto: esa participación requiere de un trabajo previo
de reflexión para evitar que el grupo acabe clonando
las mismas informaciones que no les parecían creíbles.
Es algo que me
sorprendía mucho las primeras veces que trabajaba con grupos. Incluso después
de visionar y criticar diferentes spots, muchas propuestas iban dirigidas a
lanzar los mismos mensajes que no nos habían gustado.
Para evitar esto,
Ana Palmerín y sus colaboradores nos dan algunos consejos a la hora de ese
trabajo grupal previo:
-
Utiliza procedimientos de
búsqueda activa de información.
-
Empieza las exposiciones
planteando interrogantes y dejando tiempo para que cada persona busque las
respuestas.
-
Pide periódicamente feedback sobre la información
transmitida.
-
Permite que cada
participante extraiga sus propias conclusiones y las exponga.
-
Si te ayudas de campañas
ya elaboradas, es importante que esté bien establecida su idoneidad en función
de los objetivos y destinatarios, y que exista la posibilidad de debatir
posteriormente sobre el contenido.
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