El rodaje: mucho más que darle al botón.



Durante la fase de producción es aún más importante el trabajo en equipo y contar con una buena coordinación de todas las personas implicadas. Es vital la asignación de tareas y roles específicos para cada sesión de rodaje.

Si tu plan de rodaje está bien detallado y organizado, la grabación irá sobre ruedas. Aunque debo alertarte de algo: siempre, repito, siempre surgirán problemas de última hora. Por eso es importante entender que esta fase debe estar abierta a múltiples modificaciones a lo largo del proceso.

Te recomiendo que, si el tiempo lo permite, establezcas una rotación de cargos y responsabilidades, para generar una mayor implicación en el proyecto y reforzar la cohesión del grupo. Verás como surge de forma espontánea el aprendizaje entre compañeros: quien aprendió ayer a usar la cámara enseña hoy a su compañera, que a su vez le enseña mañana a encargarse del sonido.

Es crucial que durante esta fase quede bien establecida la dinámica de trabajo. El pasar por alto aspectos pequeños pueden dar lugar a grandes malentendidos. Por ejemplo, si no estableces una palabra clave para indicar que la cámara está grabando, puedes encontrarte con consecuencias como estas: “No he grabado la toma porque dijiste acción en vez de rodando  y por eso pensé que era un ensayo” o “Esta toma no vale porque el actor ha hablado antes de empezar a grabar”.

Un ejemplo de un buen trabajo en equipo es este plano-secuencia, realizado en una única toma sin cortes.

The Sunday Times - Icons from Us on Vimeo.
Icons. The Sunday Times, 2014. Duración: 50 segundos.

Como habrás podido imaginar, realizar este vídeo requiere de una planificación muy exhaustiva para que no haya errores en la grabación. Es prácticamente una coreografía entre el equipo técnico y artístico. Aquí nos enseñan cómo rodaron el spot que acabas de ver.

The Sunday Times - Making of Icons from Us on Vimeo.

Making of Icons. The Sunday Times, 2014. Duración: 1 minuto.

Algo que también debes prevenir porque suele ser muy habitual es la estampida al terminar la jornada. Además de la importancia de implicar a todo el mundo en la recogida del material, el cierre es un momento clave que sirve como evaluación y toma de decisiones para el día siguiente.

Esa estampida también suele dispararse cuando el equipo percibe que hemos acabado antes de tiempo. Mi opinión: el tiempo que ganas hoy puedes perderlo mañana; así que es una buena oportunidad para repetir planos o probar algunos nuevos, o incluso podéis hacer un visionado del material grabado.


Es mucho más habitual que vayáis con retraso en la grabación. Mi recomendación: trata de evitar acumular ese retraso jornada tras jornada. Tendréis que decidir qué tomas son menos necesarias y cuáles son imprescindibles para comprender el relato. Mi experiencia me dice que los planos que más cariño coges durante el guión suelen ser los más complicados y por tanto los que deberás descartar o simplificar. No te aferres a ellos, por muy maravillosos que te parezcan.

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