Postproducción: ¿y que hacemos con todo esto?
La fase de postproducción comprende
desde la selección y organización de las imágenes y audio que van a utilizarse,
hasta la edición del producto final: el vídeo. La toma de decisiones en grupo
adquiere una importancia vital, ya que hay que llegar a un acuerdo sobre cómo
va a ser el resultado definitivo de todo el trabajo realizado.
Dependiendo de las decisiones que tomemos el resultado puede ser muy
diferente. Aquí tienes un ejemplo del poder del montaje:
Nuevamente la organización es crucial para obtener buenos resultados. Al
contar con mucho material grabado, este debe estar ordenado para facilitar el
proceso de postproducción. Si estableces un sistema de etiquetado para vuestros
archivos, facilitarás que todo el mundo nombre los documentos de la misma
manera y queden almacenados en los lugares establecidos.
Esta es la fase en la
que resulta más complicado el trabajo en equipo. En un rodaje puede haber
veinte personas participando y todas ellas con roles y tareas bien definidas.
Pero tener a esas veinte personas editando un vídeo en el mismo ordenador sería
bastante difícil de manejar.
Existen herramientas de edición colaborativa, pero mi recomendación es que explores esta opción
cuando acumuléis más experiencia en estos proyectos.
Mi propuesta es que
establezcas un pequeño grupo de postproducción en el que puedan participar todos
los miembros del proyecto de forma rotativa. Este equipo puede empezar a
trabajar desde el segundo día de rodaje. No hace falta esperar a que todo el
material esté grabado. Es conveniente que en esos turnos rotativos siempre haya
una persona del equipo anterior durante un periodo de transición, de modo que
traslade toda la información pertinente sobre el trabajo avanzado.
El equipo de
postproducción no sólo implica una persona retocando un vídeo frente al
ordenador. A su lado puede haber alguien ayudando y sugiriendo cambios. También
debe haber personas encargadas del almacenaje y catalogación del material
grabado. Paralelamente pueden establecerse reuniones sobre el guión de montaje
donde se tomen decisiones consensuadas sobre cómo debe estructurarse el relato
audiovisual final.
La postproducción finaliza con la película terminada, pero el proyecto
continua con la fase de difusión o distribución. Toda creación audiovisual nace
con la intención de contar una historia, de modo que llegar al público es tan
importante como el resto de las fases.
Esa difusión puede ser desde una proyección a nivel local hasta la
promoción a escala global a través de Internet. En cualquiera de los casos lo
verdaderamente interesante será generar la interacción con el público y recoger
su feedback. Para la difusión es
importante contar con elementos de enganche como un tráiler del proyecto, su making of, una galería de fotografías o un diario de
rodaje.
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