Instrumentos para la planificación: preparando tu historia.



Toda producción audiovisual es un proyecto muy complejo en el que hay que gestionar las incertidumbres y potenciales riesgos, así como prevenir las posibles dificultades. Esto implica: 

- Dividir un problema grande en varios pequeños y concretos.

- Priorizar el orden en que se aborda la solución a cada problema.

- Delegar la solución en diferentes especialistas.

Por tanto, se hace imprescindible una adecuada planificación que permita el buen desarrollo de tu proyecto. Afortunadamente, en el ámbito audiovisual cuentan con numerosas herramientas para ello, de modo que vamos a conocerlas a lo largo de varios post.

Comencemos con aquellas que te servirán para construir tu historia:

Sinopsis: 
Es el embrión de toda creación audiovisual y por tanto elemento imprescindible para comenzar a planificar. Se trata de una breve descripción de la historia desde el comienzo hasta el final. Incluye los elementos más relevantes de la trama: personajes, acciones y escenarios. Os servirá como punto de partida para profundizar en vuestra idea. También es útil como instrumento para animar a más personas a que se unan al proyecto. 




Argumento:
Es el esqueleto de tu futuro guión. Consiste en describir la línea argumental principal de forma secuencial: un inicio, un desarrollo, y un final. Su dimensión es variable, pero no debe incluir diálogos ni descripciones. 

Para las primeras experiencias es recomendable que recurras a una sola trama con pocos escenarios y personajes. Esto facilitará tanto el desarrollo del guión, como el posterior proceso de grabación.

Tratamiento
Podría decirse que es el guión sin diálogos. En el caso de documentales, el tratamiento consiste en describir una idea general de cómo va a plasmarse la historia en imágenes y sonidos. En el tratamiento de ficción se describe la acción, los personajes y el ambiente, ordenado por secuencias y escenas.


Guión literario: 

Un instrumento que te acompañará de principio a fin será el guión literario. Este se construye añadiendo los diálogos y acotaciones al tratamiento. No dejes que el término literario te lleve a entender que es un guión novelado. Todo lo contrario: cuando lo escribas debes evitar narrar la historia como se haría en un libro. 

No puedes escribir lo que piensan o sienten los personajes, tienes que expresarlo a través de lo que dicen o hacen. Recuerda que sólo hay que describir lo que el público puede oír y ver (audio + visual). 

Te recomiendo por tanto que tus descripciones estén hechas en tiempo presente y con frases cortas y directas que expliquen de forma concisa qué sucede en pantalla. Pero en el guión literario no debes incluir instrucciones de cámara (por ejemplo, tipo de plano), ya que eso lo harás posteriormente en el guión técnico. En el caso del documental no suele ser tan detallado como el de ficción, ya que no se puede adelantar qué dirán los personajes.

Existe un formato estándar que es el más extendido y que tiene las siguientes características:

  • Encabezados en mayúsculas indicando si es una escena interior o exterior, dónde transcurre y en qué momento del día.  Por ejemplo: INT. AULA DEL COLEGIO- DÍA.
  • Tipo de letra: Courier New, tamaño 12, alineado a la izquierda sin justificar. 
  • Las descripciones se escriben en presente y ocupan el ancho de la página.
  • Los diálogos se ubican en el centro y van precedidos del nombre del personaje en mayúsculas. Se incluyen acotaciones entre paréntesis, es decir, indicaciones de cómo interpretar los diálogos.
  • Cada página equivale aproximadamente a un minuto de tiempo.



Guión técnico:

Una forma rápida de entender la diferencia entre guión literario y técnico es pensar que el primero va a estar en la mesita de noche del elenco artístico y el segundo en la del equipo de dirección. 

Es decir, el guión técnico es aquel que detalla cada una de las escenas que se van a rodar, incorporando el tipo de plano a utilizar, posiciones y movimientos de cámara, ópticas empleadas, tiempo estimado, etc. 

Para añadir esa nueva información, te será más útil dividir el guión en columnas, de modo que todos estos detalles técnicos los agregues junto a las descripciones y diálogos que aparezcan en el guión literario. 

Es por tanto un desglose de tomas con su correspondiente resolución técnica, por lo que su elaboración es responsabilidad del equipo de dirección (directores y ayudantes). 




Storyboard:

Es el cómic del guión técnico: una presentación en viñetas con dibujos o fotografías de los diferentes planos a grabar. No siempre se utiliza esta herramienta, pero puede ser muy útil para la planificación ya que ayuda a previsualizar el resultado final y a decidir ángulos y posiciones de cámara.

El objetivo es hacerse una idea representativa de cada escena, por lo que no es necesario que contenga todos los planos ni que los dibujos sean muy detallados. 

Existen programas informáticos para elaborar storyboards, como FrameForge, que tiene versión de demostración y de pago.

En este blog puedes ver diez storyboards de películas muy conocidas: 



Para finalizar, te propongo un ejercicio a modo de entrenamiento. Escoge alguna vivencia personal, un recuerdo, un sueño, una noticia… Lo que quieras con tal de que sea un relato breve. Tienes que describirlo sólo con imágenes y sonidos de modo que cuando lo leas la gente pueda imaginar la película de tu texto.

Comentarios

  1. Está fenomenal. Además muy útil para aprovecharlo en la intervención con adolescentes y jóvenes. Gracias.

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