La evaluación en tu proyecto audiovisual.

Antes de comenzar me gustaría que vieras este vídeo:

A DIFFERENT LENS from Jery October on Vimeo.
A different lens (Una perspectiva diferente). Editado por Bob Joyce. 2012. Duración: 3’40 minutos.

Este magnífico montaje de Bob Joyce puede servirnos como metáfora sobre la importancia de tu mirada constante sobre el proyecto: la evaluación. Seguro que no te descubro nada nuevo si te digo que debes cuidar mucho este aspecto. En el ámbito de la intervención social y educativa es algo que tenemos bien entrenado.

Cuando inicias un proyecto audiovisual aparece ante ti un universo nuevo. Esa novedad lleva siempre altas dosis de diversión pero también de estrés y caos. Eso puede hacer que te olvides de evaluar, por lo que he decidido dedicar una entrada a revisar los aspectos más importantes a cuidar.

ANTES:

Antes de poner en marcha tu proyecto, habrás pasado por una etapa de evaluación de necesidades donde se definen los objetivos y se responden a preguntas como ¿qué temática vamos a abordar y de qué manera? o ¿con qué recursos materiales y humanos contamos?

Además hay una serie de factores que debes analizar ya que pueden repercutir en el proyecto. Como por ejemplo:

 ¿Cuál es el entorno donde se va a desarrollar, así como las organizaciones y agentes sociales implicados?

¿Quiénes son las personas claves que pueden facilitar o entorpecer el desarrollo del proyecto?

¿Cómo han trabajo en otros proyectos y lugares la temática que habéis escogido?

¿Qué otros proyectos se han desarrollado en vuestra comunidad?

¿Cuál es el calendario previsto?

Esta evaluación es esencial para analizar la coherencia del proyecto antes de su puesta en marcha: previsión de recursos suficientes, calendario de aplicación, objetivos realistas y evaluables, definición de la población destinataria, etc.

Si tu proyecto va a realizarse en un centro educativo la mejor estrategia es enmarcarlo dentro de los objetivos curriculares. Si tu proyecto pertenece a una organización de intervención social, deberá enmarcarse en las líneas estratégicas de la entidad.

Aquí comparto algunas ideas para relacionar tu proyecto con las ocho competencias básicas en educación:

• Comunicación lingüística: escriben el guión, hablan y se escuchan en las reuniones.
• Competencia matemática: elaboran y manejan el presupuesto, gestionan los recursos.
• Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: realizan un proyecto tecnológico.
• Tratamiento de la información y competencia digital: manejan el lenguaje audiovisual y las TIC.
• Competencia social y ciudadana: trabajan de forma cooperativa y colaborativa, y participan en la comunidad.
• Competencia cultural y artística: crean productos culturales.
• Competencia para aprender a aprender: planifican todo el proceso y aprenden haciendo.
•  Autonomía e iniciativa personal: gestionan el proyecto de forma autónoma y todas las voces son escuchadas.

Algunas ideas para relacionar tu proyecto con los objetivos curriculares:

• Lengua: redacción de guión literario, análisis de otras creaciones, construcción de personajes, elaboración de mensajes, redacción de informes de producción.
• Historia: evolución de los medios de comunicación, proyectos de recuperación de la memoria, relatos históricos, experiencias intergeneracionales.
• Conocimiento del medio: aspectos científicos de la imagen y el sonido, acercamiento a otros territorios, proyectos de interculturalidad.
• Matemáticas: gestión de presupuestos, manejo del tiempo en las narraciones audiovisuales.
• Plástica: elaboración de decorados, elementos de atrezzo, maquillaje, diseño del storyboard.
• Música: videoclips, banda sonora, efectos sonoros, uso del silencio.
• Educación física: bailes, coreografías de escenas de acción, proyectos sobre salud y deporte.

DURANTE:

La evaluación de proceso proporciona información acerca del funcionamiento del proyecto. Esto te permitirá poder comparar con la evaluación inicial prevista, introduciendo los cambios que sean necesarios cuando detectes que se produzcan desviaciones.

Los métodos que utilices pueden ser variados (entrevistas, cuestionarios, observación). Lo importante es que se realice de forma frecuente y sistemática, ya que la evaluación de proceso suele ser la gran olvidada en este tipo de proyectos.

En este vídeo-consejo te alerto de ello:

Vídeo-consejo #24: Evalúa diariamente. Juan Maravall. 2013. Duración: 35 segundos.

DESPUÉS:

La evaluación de resultados se centra en los efectos conseguidos con el proyecto. Aquí será fundamental los indicadores que hayas establecido al inicio. Recuerda que dichos indicadores deben estar ligados a unos objetivos operativos, que a su vez responden a los objetivos específicos derivados de tu objetivo general.

Dadas las características de tu proyecto, puedes incorporar nuevos instrumentos de evaluación gracias a las herramientas disponibles en Internet. Algunos ejemplos:

• Evaluadores Web: Si difundes tu proyecto a través de una web, existen servicios gratuitos que informan del tráfico diario y número de impactos en una web, cuáles son los contenidos más visitados, la localización geográfica de quienes la visitan, y otros datos técnicos. Permite además la obtención de datos cruzados entre las distintas variables. El más conocido es Google Analytics y también hay otros gratuitos como Alexa.

• Encuestas online: permiten crear encuestas y formularios y ofrecen herramientas estadísticas para tabular resultados. La más conocida  es Surveymonkey, aunque existe muchas más. Google también cuenta con este servicio a través de su herramienta Drive-Formularios.

• Analíticas en blogs, en páginas de grupos y en vídeos de YouTube/Vimeo: La ventaja de subir algo a la red es que se puede contabilizar prácticamente todo: numero de visitas, de visualización de vídeos, de “me gustas”, de veces que se comparte una información, de comentarios, de contactos, de fans o seguidores.

• Información cualitativa: Internet es un constante flujo de comunicación entre sus usuarios, de modo que puede proporcionarte un feedback continuo de tu público, gracias a elementos como los comentarios de tus vídeos o artículos, los correos electrónicos o incluso los tweets.